veinticuatro de marzo de 1976
el último grito de Van Gogh
sobrevuela la república
sus cuervos multiplicados
en el ancho cielo
señalan la muerte mala
que camina angurrienta y ciega
mientras manotazos abren puertas
a diestra y siniestra
algunas madres guardan hijos
en cajones, en armarios, en cajitas de fósforos
y hasta dentro de la piel
pero no es bastante
sólo queda un sitio libre
la memoria que va
como una niña de luto
a gatear en lo oscuro
y allí todo permanece
como el primer día:
el cuarto, los zapatos,
el último cafe con leche,
la sábana del amor,
la última fiebre,
el reloj parado junto a la cama,
el abuelo que pregunta,
el libro que se quema despacio en el jardín,
el olor a hierba quemada junto al libro,
y tus pasos mojados
en mi boca
lunes, 24 de marzo de 2008
no llores argentina
Etiquetas:
mis poemas
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