miércoles, 26 de marzo de 2008

Borgescercano


Hace días que no se me va de la cabeza Jorge Luis Borges. Y coincide, claro, no existe casualidad sin que el azar halla puesto su granito de arena, con estas fechas que nos traen mal a los argentinos...Malas fechas, recuerdos nefastos y oscuros, y no como esa oscuridad en la que vivía el escritor y que agradecía, y que hizo de su mundo ficticio una rara avis para admirar...Coincide porque cuanto más una lee sobre él, se da cuenta que los mitos también tienen carnadura, se desintegran por los mismos dolores y viven lo horrible quizás con cierto humor negro que livianiza un poco la desesperanzada realidad.

Siempre creí, siempre, lo juro, que don Jorge Luis era indiferente o lo que es peor, no se mojaba como es debido con los temas argentinos como, entre otros, los Desaparecidos. Perdonen la ignorancia de esta mujercilla. Pero justamente ese “perdonen mi ignorancia” me alejaba ideológicamente de su figura patriarcal y hiératica. Acabo de leer una solicitada suya de 1980 en Diario "Clarín"–dictadura militar mediante- donde dice exactamente:

“...Cuando me enteré de todo este asunto de los desaparecidos me sentí terriblemente mal. Me dijeron que un general había comentado que si entre cien personas secuestradas, cinco eran culpables, estaba justificada la matanza de las noventa y cinco restantes. ¡Debió ofrecerse él para ser secuestrado, torturado y muerto para probar esa teoría, para dar validez a su argumento!"

Este es solo un fragmento pero quería compartirlo con los que como yo éramos ignorantes sobre ciertas posturas que, si bien, no son lo arriesgadas que hubiéramos pretendido de un ser de esa grandeza intelectual, por lo menos lo vindican como un ser humano más cercano.

Y para mayor homenaje una tinta mía inspirada en su rostro.